He empezado este blog después de año de querer hacerlo. Siempre quise tener un diario y nunca lo he conseguido (tampoco lo he intentado tanto para ser sinceros) y ahora ¡por fin! comienzo. Lo he llamado pensamiento anónimos porque eso es lo que quiero que sea. Estoy cansada de otorgar etiquetas y de ser etiquetada. Este es más un ejercicio intrapersonal pero que, gracias a la tecnología, puede ser público y anónimo. ¡Bola de antagonismos! dirí cualquier ser cuerdo de juicio sano...pero así es.
Esta tarde comienzo con de la disciplina y del amor. El corazón me duele porque he tenido que disciplinar a mi niño. Habrá quien diga que soy dura pero sé que es mi obligación como mamá quererlo y enseñarle límites para que se convierta en un adulta que pueda lidiar con la frustación y no en un tipo que se deprime con las primeras de cambio. El hecho es que -con todo uso de razón- le di estar tarde a mi niño 5 nalgadas y no payadas pero sé que tenía que hacerlo ¡qué fuerte! pero así es. Espero que un día sea papá y recuerde que duele más disciplinar que dejar pasar y que su mamá pensaba que valía la pena. El amor no duele, es cierto pero a veces es necesario. Es curioso pues conforme escribo me pregunto si alguien en el mentao ciber espacio leerá esto y contestará. En fin, ¡qué día! Veamos que da este experimento. buenas noches.
